CUENTOS DE ANIMALES I: MADRES SILVESTRES

Una de las primeras cosas que aprendí al estar en el campo es que los humanos no comprendemos de manera suficiente a los animales. Sus sistemas de comunicación, su lenguaje, su manera de comunicarse con sus iguales y hasta su manera de comunicarse con nosotros. Siempre me ha maravillado que seres que físicamente son más poderosos que nosotros se sometan a domesticación y nos soporten. Nosotros los compramos, los vendemos, los utilizamos, los castigamos y nos los comemos sin consideración alguna. Puntos menos para nosotros como especie “inteligente”. A continuación, algunas anécdotas de animales que me han llevado a reconsiderar mis creencias en relación con los animales y que han aumentado mi estima por ellos: Antes de poder ser esterilizada, la gata de mi vecina tuvo cría. Tuvo una camada varios gaticos, que fueron fácilmente adoptados y quedó una gatica negra, que nadie quiso por la superstición de que los gatos negros traen mala suerte. Después de ofrecerla a varias personas, fi...