CUENTOS DE ANIMALES II: AMIGOS, NO COMIDA…

Una primera aclaración: no soy vegetariana estricta, por lo menos aún no… más bien optativa… Sin embargo, ahora que tengo tres gatos y cuatro perros propios y varios animales visitantes mi percepción de los animales ha cambiado considerablemente y también a ha cambiado mi relación con la comida. La primera en venir de visita fue la Garbanza. Una vaca más loca que una cabra, que le enseñó a su hija recién nacida a escapar de cualquier lazo, saltar cuerdas y meterse en la platanera a comer vástagos a su gusto y sin supervisión humana. Mi interacción con la Garbanza fue mínima. Solo revisaba dónde estaba para evitar que en sus rondas nocturnas visitara mi jardín o los alrededores de la casa. Siempre la recordaré porque una vez pasó rozando la pared de mi cuarto a media noche y casi me mata del susto. Luego vinieron los toros rojos. A ellos les enseñé a venir a comer plátano y me seguían como perritos cada vez que pasaba por el potrero en el que estaban. Se acostumbraron a saludar en...