PROYECTOS PENDIENTES
Cuando compré la finca no tenía una idea clara de las
implicaciones de mi adquisición. Cuando uno visita las fincas de los amigos y
conocidos se imagina que las plantas nacen y se mantienen bonitas sólo con buen
clima y tierra fértil y que el pasto tiene una altura máxima después de la que
no crece más. La vida en el campo me enseñado que es todo lo contrario. Una
finca es trabajo de tiempo completo de seis de la mañana a seis de la tarde y
esa jornada se extiende si uno decide tener animales diferentes a perros y
gatos. En días pasados, mi vecina me contó que pasó la noche en vela atendiendo
el parto de una cerda que le trajo de regalo trece chanchitos , de los que
sobrevivieron doce debido a que la mamá chancha se demoró un tiempo en
desarrollar su instinto maternal y no quería alimentar a sus crías.
Adicionalmente, las fincas son una fuente inagotable de
inspiración para desarrollar proyectos, lo que resulta en una lista
interminable de tareas pendientes que se irán llevando a cabo en la medida en
que el tiempo y los recursos lo permitan.
En mi caso, con mi trabajo formal que requiere cuarenta
horas por semana, el tiempo destinado al mantenimiento de la finca está
limitado a los fines de semana que estoy en la finca (tengo que salir al menos
una vez cada quince días a visitar a la familia e ir al pueblo por provisiones y
a disfrutar de algo de vida social una vez a la semana). Eso implica que en mi
finca el pasto crece desordenadamente, rara vez le veo la cara al jardín y los
temas de mantenimiento de la casa se realizan lentamente. Otro factor que
incide en la realización de los proyectos es el clima. Si hay mucha lluvia, hay
que esperar.
Sin embargo, uno de los propósitos al venir a vivir al campo
es disfrutar del presente. Aprender a aceptar la vida como viene, el caos y los
cambios de planes que nos trae. Poder sentarme a ver las flores del jardín sin
tener la necesidad compulsiva de quitar las hierbas de inmediato, sentarme en
la terraza a ver el atardecer o en las noches de luna sin sufrir porque aún no
he construido la baranda y sacar tiempo para jugar con los perros y gatos. En
resumen, vivir la vida como es y no como me gustaría que fuera.
Mis proyectos favoritos son los relacionados con temas agrícolas.
Y por ser mis favoritos logran tener prioridad sobre temas más urgentes. Por
eso esta semana sembré una nueva huerta elevada, con diferentes clases de
hortalizas. Ya les contaré los resultados.
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