EL FIQUE Y EL TEJIDO DE LA VIDA

 


Usamos la palabra trama para hablar tanto de los acontecimientos que forman nuestra vida como para hablar del proceso de convertir una fibra en tejido. Una de las fibras que ha jugado un papel fundamental en mi vida es el fique.

En mis primeros años de infancia recuerdo las grandes matas de fique que veíamos cuando salíamos de paseo, sembradas a la orilla de los caminos y en las cercas como quiches gigantes, en algunos casos con un tallo coronado de flores blancas. A su lado me sentía más pequeñita de lo que era.

Luego, en mi época escolar, el fique llegó a nuestra casa para ocupar buena parte del espacio. Mi madre descubrió en las artesanías de fique; cofres, individuales, portavasos y tapetes, una manera de ganar el sustento para nuestra familia. Y entonces en el lavadero siempre había una tina con fique en proceso de lavado, en la mesa había un tapete en proceso, había hebras de fique en el piso, en la máquina de coser había pedazos de otro tapete convirtiéndose, gracias a la creatividad de mi madre, en alguna hermosa artesanía y en mis dedos había un callito permanente que dejaba la aguja que usaba para ayudar a coser cofres. Mis hermanos y yo pasamos incontables tardes ayudando a lavar y peinar fique, hacer tapetes, tejer criznejas, coser cofres y entregar pedidos a los almacenes de artesanías del pueblo.

El fique es una planta útil desde diversos puntos de vista. Es nativa, resistente a los cambios de clima, solo requiere de un espacio libre de pasto y un poco de sol para crecer y al florecer, la planta madre se encarga de sembrar a sus sucesoras. Los agricultores precian mucho el líquido resultante del proceso de retirar la parte de verde de las hojas para dejar al descubierto la fibra porque es abono e insecticida natural y la fibra es apreciada para hacer lazos, cabuya y artesanías como las que mencioné antes. En la vereda algunas personas han trabajado en recuperar la tradición artesanal de tinte y elaboración de artesanías de fique, entre ellas la profesora Emiliana Rinthá, quien desde su labor como educadora logró desarrollar una iniciativa interesante en ese sentido. Es triste que sacar fique sea una de las actividades agrícolas que se han ido perdiendo debido a que no es tan rentable como otros trabajos y a que ya quedan muy pocos jóvenes que quieran dedicarse las labores agrícolas tradicionales.

Ahora soy muy afortunada de tener algunas plantas grandes de fique en Nómada. Ya estaban en la finca cuando llegue y me han servido para hacer barreras de protección para otras plantas y alegran el espacio donde crece el pasto de corte. He hecho algunos intentos de siembra de plántulas de fique y de pita sin resultados pero hace unos meses, en una de mis caminatas me encontré algunas plántulas de fique que habían caído a la carretera. Por curiosidad las recogí y las puse como adorno en mi balcón en frasquitos con agua. Al pasar de los días tuve la sorpresa de que habían empezado a enraizar. Las dejé un tiempo más en agua y ahora que empezó la temporada de lluvias, las sembré. Espero que esta vez sí prendan. De tener éxito, les estaré mostrando los resultados.



Comentarios

  1. Felicitaciones y ánimo con tu proyecto. Esta planta es la mejor opción regional y sustentable para sustituir las fibras sintéticas y las bolsas plásticas que ya empiezan a ahogarnos

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  2. Excelente experencia, de esos pequeños detalles está hecha la vida y volver a lo ancestral, a lo natural, siempre es una vivencia gratificante. Felicitaciones!

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  3. Pili, que experiencia recuperar una planta tirada y verla renacer. Duro ese tema de que a la juventud no le llama la atención la actividad agrícola, pero lo mismo nos su ese a quienes estamos seducidos por las ciudades y sus centros comerciales.

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